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ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN: ALGUNOS
COMENTARIOS
ECONOMY OF THE COMMON GOOD: SOME COMMENTS
Rúsbel Freddy Ramos Serrano1 Raúl Eleazar Arias Sánchez2
1Universidad Nacional de Huancavelica, Huancavelica, Perú. Correo electrónico: rusbel.ramos@unh.edu.pe
ORCID https://orcid.org/0000-0003-2352-1848
2Universidad Nacional de Huancavelica, Huancavelica, Perú. Correo electrónico: raul.arias@unh.edu.pe
ORCID https://orcid.org/0000-0003-4604-9507
Recepción: 04 febrero de 2021
Aprobación: 11 junio de 2021
RESUMEN
Economía del bien común es un nuevo paradigma el cual pretende concebir las ideas de la
economía sostenible como una alternativa para los mercados financieros, en este sentido, el
presente ensayo hace algunas definiciones al respecto, y concibe algunos comentarios para un
abordaje futuro.
Palabras clave: Economía, paradigma, mercado.
ABSTRACT
Economy for the common good is a new paradigm which aims to conceive the ideas of
sustainable economy as an alternative to financial markets, in this sense, this essay makes some
definitions in this regard, and conceives some comments for a future approach.
Key words: Economic, paradigm, market.
Revista Oeconomicus UNH (2021), Vol. 1, Núm. 2, pp. 18-21
ISSN: 2955-859X (En línea)
DOI : https://doi.org/10.54943/revoec.v1i2.133
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1.
INTRODUCCIÓN
Economía del bien común: algunos comentarios
La Economía del Bien Común (EBC) plantea que la colaboración y responsabilidad colectiva
entre los seres humanos y el medio ambiente podría generar mejores condiciones de
sostenibilidad para nosotros y las futuras generaciones. Díaz, nchez & Morilla (2017)
indicaron que esta EBC:
…ofrece un nuevo modelo económico, social y político basado en los valores esenciales de la dignidad
humana, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, la justicia social y la democracia. La EBC no es
un modelo cerrado, plantea un modelo en construcción mediante la herramienta básica de la
democracia, la participación y el diálogo. Fiel a esta propuesta metodológica, la EBC posibilita la
implantación de su modelo en y desde el ámbito local, con un claro protagonismo de la sociedad civil
para construir otra economía” (p. 193).
A ello, se suma el interés y responsabilidad social que el científico tiene para construir un
mejor entorno, ya que el bienestar sólo es alcanzado siempre y cuando que la actividad
humana no sólo sea capitalizada por una persona, sino por varias. Por su parte, Chaves &
Monzón (2018) luego de recapitular en su investigación los procesos históricos de la sociedad
occidental y cómo éstos eran producto de una economía egoísta, evidencian a la luz un nuevo
paradigma que día a día va cobrando más fuerza, los citados indicaron que,
“En este marco de crisis y de cuestionamiento del paradigma global de desarrollo se ha puesto en valor
un tercer sector institucional de las economías, situado entre el Estado y el Sector privado lucrativo,
denominado Economía Social, que integra las iniciativas económicas privadas controladas desde y
beneficiando explícitamente a la propia comunidad y sus grupos sociales. No se trata de un nuevo
sector, pues tanto cooperativas como asociaciones hunden sus raíces históricas en el siglo XIX. Pero
es en la actualidad cuando su potencial se ha tornado más evidente” (p. 9)
Ahora bien, Charterina (2013) señala cobre esta teoría que: La razón de ser de esta teoría es la
contradicción que se produce entre una economía al servicio de las personas y una economía de mercado alejada
de ese servicio” (p. 193), es decir, que en la actualidad el éxito económico se suele medir con un
enfoque macroeconómico mediante del Producto Interior Bruto (PBI), y desde la
microeconómica a través del beneficio de la empresa. Al respecto de esta conducta, Gómez
& Gómez (2014) analizaron diversos escenarios a los que se enfoca la Economía del Bien
Común sobre la merma de los valores dentro de la sociedad que se ha masificado en las
últimas décadas mediante el modelo económico neoliberal el cual tiene como base la
maximización de todo beneficio de manera individual, y la ausencia de práctica de los valores
en la sociedad como la solidaridad, justicia social, cooperación entre otros, que sin duda
hacen posible nuestra vida como seres humanos, y a la vez buscar mecanismos para
reorientar una economía más justa para nuestra sociedad mediante un trabajo articulado y
ético que tenga la participación ciudadana y el sentido demócrata y solidario.
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2.
LAS DESIGUALDADES
Rúsbel Freddy Ramos Serrano / Raúl Eleazar Arias Sánchez
La economía de mercado no crea una organización o distribución de los ingresos y la riqueza
de acuerdo a lo que quisiéramos como sociedad, a ello se suman variables que describen las
brechas existentes, al respecto Castillo, Miranda & Carrasco (2012) señalaron que,
Estudios sobre percepción de desigualdad económica han conducido a dos hallazgos relevantes que
contrastan con posibles supuestos del sentido común. En primer lugar, si bien podríamos anticipar
que en contextos con mayor desigualdad económica se percibe una mayor desigualdad, la evidencia
internacional disponible sugiere que la desigualdad percibida dista de ser un “espejo” de la realidad,
ya que sociedades con alta desigualdad no necesariamente expresan (en promedio) una alta
desigualdad percibida…Un segundo supuesto corresponde a la creencia de que aquellos más afectados
por situaciones de desigualdad, como las personas de menor estatus social, perciben mayor desigualdad.
Sin embargo, investigaciones de finales de los noventa en el área de prestigio profesional revelan que
la capacidad de discriminar entre salarios para ocupaciones de alto y bajo estatus disminuye de acuerdo
al estatus individual” (p. 100).
Frente a ese panorama la propuesta de la EBC es la de aminorar las brechas sociales existentes
mediante un enfoque solidario, de respeto a los demás y cambiar el chip mental de las personas
sobre la percepción del valor económico de nuestro entorno, ya que el problema al cual
persigue está vinculada a la forma de cómo marcha la economía en el globo. En este sentido,
se presenta como contradicción al modelo actual. Ahora bien, los diversos países del mundo
tienen sus propios estamentos, la orientación es casi la misma, la de explotar y no reponer y
esta acción para nada se orienta al bien colectivo y solidario.
3.
SOBRE EL BIEN COMÚN
La incansable búsqueda de obtener un beneficio económico en el escenario empresarial se
ha puesto sobre la mesa como un ansia sin límites y cada vez se desvincula del entorno social.
Al respecto, Mora López & Hilliard (2018) indicaron que,
“La EBC da un salto al proponer que se mida el éxito de una organización en función de cómo
trata en sus relaciones a sus stakeholders otorgando un peso numérico a cada uno de ellos: proveedores,
financiadores, trabajadores, clientes y entorno social; impulsando que las administraciones públicas
otorguen mejores condiciones a aquellas organizaciones que mejor se comportan con el conjunto de la
sociedad, con el conjunto de stakeholders…” (p. 255).
Con esta noción, se evidencia que la atención adecuada a los usuarios permite que las
empresas puedan seguir existiendo, ya que son ellos quienes dinamizan la actividad
económica. Si bien es cierto que en el sector público la atención es pésima, ya que está
garantizada su actividad, en el sector privado, no; es decir, mientras que en el Estado un error
puede pasar por desapercibido, en lo privado cuesta la propia existencia institucional, por lo
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Economía del bien común: algunos comentarios
que el cuidado en el segundo escenario es mucho mayor. A esto, señalamos que la
competencia de cooperación presente de forma innata en la sociedad podría avizorar un
mejor modelo, claro siempre y cuando dejemos de lado el comportamiento egoísta.
4.
ALGUNAS CONCLUSIONES
Sobre lo comentado brevemente, podemos indicar que la EBC es un campo reciente de
abordaje teórico, metodológico y práctico por lo que su escenario de desarrollo nos podría
proporcionar y abrir otros de mayor cuantía. Queda en nosotros poder hacer ello.
REFERENCIAS
Castillo, J. C., Miranda, D., & Carrasco, D. (2012). Percepción de desigualdad económica en
Chile: medición, diferencias y determinantes. Psykhe (Santiago), 21(1), 99-114.
Charterina, A. M. (2013). Cooperativismo y economía del bien común. Boletín de la Asociación
Internacional de Derecho Cooperativo, (47), 185-198.
Chaves Ávila, R., & Monzón Campos, J. L. (2018). La economía social ante los paradigmas
económicos emergentes: innovación social, economía colaborativa, economía
circular, responsabilidad social empresarial, economía del bien común, empresa social
y economía solidaria. CIRIEC-España Revista de economía pública, social y cooperativa, 2018,
num. 93, p. 5-50.
Díaz, R. G. Á., Sánchez, R. M., & Morilla, C. R. (2017). La Economía del Bien Común en el
ámbito
local.
CIRIEC-España,
revista
de
economía
pública,
social
y
cooperativa
,
(90),
189-222.
Gómez, V. & Gómez, R. (2014). Herramientas de la Economía del Bien Común para la
transformación económica, social y política. Deusto Estudios Cooperativos, (5), 13-41.
Mora, A., López C. & Hilliard, I. (2018). Evaluando los stakeholders de la Economía del Bien
Común. CIRIEC-España, revista de economía pública, social y cooperativa, (94), 251-283.