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1 INTRODUCCIÓN
En los últimos años, se ha dado mucha atención a
los metales pesados y metaloides en los
ecosistemas acuáticos y terrestres debido a su
potencial toxicidad y capacidad de acumulación en
altas concentraciones en plantas y animales. Estos
metales se absorben fácilmente en partículas y
tienden a acumularse principalmente en los
sedimentos superficiales (Covarrubias, 2017;
Forghani, et al., 2023). Se ha observado que los
sedimentos albergan una variedad de formas de
metales pesados, cada una con distintas
características en cuanto a reactividad, movilidad,
biodisponibilidad, destino y toxicidad (Hadzi et al.,
2024; Moulatlet et al., 2023).
Diversas investigaciones han evidenciado el
impacto de los metales en la salud humana,
especialmente en países en desarrollo donde las
medidas correctivas son poco frecuentes. Cuando
los niveles de estos metales en un ecosistema
exceden ciertos límites, resulta difícil para los
organismos metabolizarlos eficientemente
(Alberta Environment, et al., 2009; Sempértegui, et
al., 2018). La toxicidad se manifiesta cuando los
organismos no pueden metabolizar rápidamente
los metales, lo que lleva a su acumulación en los
tejidos y provoca efectos adversos que limitan las
funciones vitales. La contaminación por metales en
los sedimentos puede afectar tanto a las especies
acuáticas como a la salud humana, un fenómeno
que ha sido objeto de investigación en ecosistemas
de todo el mundo.(Forghani, et al., 2023;
Moulatlet, et al., 2023)
Los metales que no son esenciales, como el
Cadmio (Cd) y el Plomo (Pb), suelen ser sustancias
muy tóxicas de gran potencia incluso en
concentraciones relativamente bajas. Su
acumulación en los sedimentos puede representar
una amenaza para la supervivencia y el equilibrio
de los ecosistemas bentónicos, incrementando el
estrés y causando daños al sistema
acuático.(Sanchez, 2019; Sempértegui , et al.,
2018).
Los sedimentos cumplen un papel fundamental en
nuestro entorno al servir como fuente de alimento
para los organismos vivos y como sumidero al
actuar como un recurso renovable para los
ecosistemas acuáticos en lo que respecta a estos
contaminantes. Esto se debe a que los
contaminantes, en última instancia, llegan a los
sistemas acuáticos a través de la precipitación
local, la escorrentía superficial del agua y los
lixiviados de rocas y desechos sólidos. (Moulatlet,
et al., 2023). Por lo tanto, es imperativo investigar
minuciosamente los niveles de metales tóxicos en
los sedimentos y contrastar estos niveles con
valores de referencia sin contaminación. Esto
permitiría comprender completamente el impacto
de las actividades mineras, así como la dinámica de
acumulación y distribución de metales en entornos
acuáticos. Esta información sería crucial para
evaluar los riesgos tanto para la salud humana
como para el medio ambiente.
El río estudiado es importante fuente de agua para
uso doméstico de consumo de animales y riego. la
minería a pequeña escala, así como la minería a
gran escala no regulada, ha contribuido
enormemente a varios desafíos ambientales, como
la degradación de la tierra, la pérdida de
biodiversidad y recursos naturales, hundimiento
debido a la minería subterránea, contaminación del
agua y del suelo, todo lo cual genera importantes
impactos en la salud humana (Covarrubias, 2017;
Forghani, et al., 2023; Moulatlet, et al., 2023).
Varias organizaciones y tratados internacionales
han desarrollado diversos enfoques para evaluar la
presencia de metales pesados, los cuales se han
empleado para analizar la contaminación y los
posibles riesgos ecológicos en los sedimentos.
Estos métodos incluyen el factor de
enriquecimiento, el índice de carga contaminante,
el índice de geoacumulación, el índice de riesgo
ecológico potencial y el índice de riesgo ecológico
modificado (Hadzi, et al., 2024). Estos enfoques se
utilizan para estimar la contaminación y los riesgos
ecológicos al comparar la concentración de
elementos individuales o múltiples con los valores
de fondo, así como en este estudio las normas de
los estándares de calidad Ambiental del suelo y
agua.
A pesar de la alarmante contaminación por metales
pesados de nuestras aguas en las zonas mineras de
todo el país, apenas se dispone de información
sobre el estado de la contaminación por metales
pesados, el alcance de la contaminación y sus
riesgos ecológicos utilizando índices de evaluación
de la contaminación, lo que puede provocar el
deterioro de la calidad del agua y la degradación de
los ecosistemas (Avalos, 2023; Azcona, 2015). El
objetivo de este estudio fue obtener conocimientos
fundamentales sobre el alcance de la
contaminación en San Pedro de Mimosa –
Ccochaccasa y bocamina Ocopa, en el
departamento de Huancavelica.