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Capacidad de autocuidado y riesgos ocupacionales en enfermeras
en el primer nivel de atención.
Self-care capacity and occupational risks in nurses at the primary care level
Araceli Castro1 Olga Pacovilca1 Elsy Carhuachuco1 Marisol Tapia1 Raúl Jurado1
Recibido: 11 de Setiembre 2022 / Aceptado: 20 de Enero 2022
RESUMEN
Objetivo. Determinar la relación que existe entre la capacidad de autocuidado y riesgo ocupacional en el
profesional de enfermería en el primer nivel de atención
Método. El estudio es de tipo descriptivo, de diseño no experimental, transversal, descriptivo. Los participantes
del estudio fueron profesionales de enfermería (n = 23) según los criterios de selección. Los datos fueron
recolectados a través de la encuesta ad hoc.
Resultados. Un 91,3%; 60,9%; 56,5%; 43,5% y 65,2% de los profesionales de enfermería que labora en el primer
nivel de atención, refieren que están expuestos a riesgo biológico, químico, físico, psicosocial y ergonómico de
nivel medio respectivamente, y en menor número a un alto y bajo riesgo ocupacional; así mismo refieren tener una
capacidad de autocuidado y exposición a riesgos ocupacionales de nivel medio y, 4,3%; baja capacidad
autocuidado y una exposición a riegos ocupacionales de nivel medio.
Conclusión. El personal de enfermería está expuesto a riesgos biológicos, físicos, químicos y ergonómicos en la
prestación de servicios de salud de atención primaria y una capacidad de autocuidado de nivel medio.
Palabras clave: riesgos ocupacionales, autocuidado, riesgo químico, riesgo biológico, riesgo físico, riesgo
psicosocial, riesgo ergonómico.
ABSTRACT
Objective. To determine the relationship between self-care capacity and occupational risk in the nursing
professional at the first level of care.
Method. The study is a descriptive, non-experimental, cross-sectional, descriptive design. The study participants
were nursing professionals (n = 23) according to the selection criteria. Data were collected through the ad hoc
survey.
Results. A 91.3%; 60.9%; 56.5%; 43.5% and 65.2% of the nursing professionals working at the first level of care,
refer that they are exposed to biological, chemical, physical, psychosocial and ergonomic risks of medium level
respectively, and in a smaller number to a high and low occupational risk; likewise they refer to have a self-care
capacity and exposure to occupational risks of medium level and, 4.3%; low self-care capacity and an exposure to
occupational risks of medium level.
Conclusion. Nursing personnel are exposed to biological, physical, chemical and ergonomic risks in the provision
of primary care health services and a self-care capacity of medium level.
Keywords: occupational hazards, self-care, chemical risk, biological risk, physical risk, psychosocial risk,
ergonomic risk.
INTRODUCCIÓN
En el mundo globalizado en que vivimos las
organizaciones deben buscar anticiparse y
adaptarse a los cambios permanentes logrando el
máximo
aprovechamiento de los recursos. Por ello es
importante la implementación de sistemas de
gestión, como el de seguridad y salud ocupacional,
que permitan direccionar sus actividades y les
permita identificarse como compañías de calidad
(Terán, 2012). La salud ocupacional es una
herramienta que nos permite mantener y mejorar
las condiciones laborales, haciendo a las
organizaciones más competitivas, optimizando sus
recursos. La salud ocupacional no trata
Revista de Investigación Científica Siglo XXI (2022)
https://doi.org/10.54943/rcsxxi.v2i1.180
ARTÍCULO ORIGINAL
1 Universidad Nacional de Huancavelica,
Huancavelica, Perú
Vol. 2, Núm. 1, pp. 27 - 37
Aracely M. Castro López
aracelimilagritos@gmail.com
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Castro López, A. M.; Pacovilca Alejo, O. V.; Carhuachuco Rojas, E. S.; Tapia Camargo, M. S.; Ureta Jurado, R.
simplemente de identificar y tratar individuos que
han enfermado, sino de tomar todos los pasos
necesarios para prevenir casos de enfermedades
relacionadas con el trabajo. De allí que afirme que
debe ser fundamentalmente una actividad
orientada a la prevención, que concierne
evaluación y control de riesgos, así como
estrategias pro-activas dirigidas a la promoción de
la salud en la población trabajadora (Juárez &
Hernández, 2010).
Los establecimientos de salud han sido clasificados
como centros de trabajo de alto riesgo por el
Instituto de Salud Ocupacional de los Estados
Unidos de Norteamérica por la multiplicidad de
riesgos a los cuales se exponen los trabajadores;
particularmente, el personal de salud que está
expuesto a una serie de riesgos tales como la
exposición a agentes infecciosos, posturas
inadecuadas, levantamiento de cargas durante la
manipulación de los pacientes, exposición a
sustancias químicas irritantes, alergénicas y/o
mutagénicas; a radiaciones ionizantes bien
conocidos como productores de daños a la salud de
los trabajadores (Organización Mundial de la
Salud, 2018). En el mundo, sólo en la industria se
producen unos 50 millones de accidentes cada año,
es decir, 160.000 al día. Anualmente 1.500.000
trabajadores quedan inválidos el resto de su vida.
A estas cifras se añaden millones de empleados
víctimas de enfermedades contraídas en sus
trabajos (Nieto, 2000).
Las condiciones de trabajo se han visto seriamente
afectadas en los últimos 20 años por los procesos
de modernización, cambios tecnológicos y
flexibilización laboral. Recientemente, la OMS
(Organización Mundial de la Salud) estimaba que
los accidentes de trabajo (AT) están alrededor del
8% de todos los accidentes ocurridos en el mundo
y que estos causaban 312,000 muertes. De acuerdo
a Jukka Takala, en su informe para la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) del año 2004,
existieron en Latino América y el Caribe (LAC)
147,600 muertes por motivo del trabajo; de estas,
108,200 se debieron a enfermedades laborales y
39,400 a accidentes de trabajo (Pérez et al., 1998).
En América Latina aún no se conoce bien la
magnitud que alcanzan las enfermedades
ocupacionales. La Organización Internacional del
Trabajo (OIT) estima, que, en países en vías de
desarrollo, el costo anual de los accidentes y
enfermedades ocupacionales está entre el 2% al
11% del Producto Bruto Interno (PBI), en el Perú
es aproximadamente $50,000 millones de dólares
americanos, es decir entre $1,000 y $5,500
millones de dólares americanos anuales
(Ministerio de Salud, 2010).
El personal de salud se encuentra particularmente
expuestos a causa de la naturaleza de su trabajo.
Por lo que se considera que la atención directa al
paciente facilita el posible riesgo de accidentes, así
como de las graves enfermedades que de ellos se
pueden derivar. En la actualidad, las enfermedades
infecciosas más importantes son las de etiología
vírica, primordialmente las originadas por el virus
de la inmunodeficiencia humana adquirida (VIH),
y los virus de las hepatitis B (VHB) y C (VHC)
(Nieto, 2000). A estas patologías
infectocontagiosas se suma la tuberculosis,
meningitis, entre otras.
La teoría del autocuidado, tiene como autora a una
de las más reconocidas teorista norteamericana
Dorotea Orem. El concepto básico desarrollado
por Orem es que el autocuidado se define como el
conjunto de acciones intencionadas que realiza la
persona para controlar los factores internos o
externos, que pueden comprometer su vida y
desarrollo posterior. El autocuidado; por tanto, es
una conducta que realiza o debería realizar la
persona para sí misma.
La teoría del autocuidado de Orem establece que
las personas tienen tres áreas de necesidades de
autocuidado: La primera corresponde a las
necesidades universales de autocuidado, que
corresponde a las necesidades básicas como aire,
agua, alimentación, eliminación, reposo y
actividad, interacción social y seguridad. La
segunda se refiere a las necesidades del desarrollo
del individuo. El tercer grupo son las necesidades
de autocuidado en situaciones de desviación de la
estructura o funcionamiento normales, es decir, en
caso de problemas de salud, donde la persona debe
ser capaz de obtener la ayuda médica que necesita,
lidiar con los efectos de la enfermedad,
desempeñar los procedimientos médicos
prescritos, manejar los efectos negativos del
tratamiento, modificar su autoconcepto, según el
diagnóstico, y ajustar su diario vivir a los efectos
de este trastorno (Armella et al., 2009).
Orem, se basa en dos premisas sobre el
autocuidado: la primera como conducta para con
uno mismo aprendida a través de las relaciones con
otros; la segunda, como derecho y responsabilidad
de cada persona. Responsabilidad que transciende
de uno mismo, ya que a veces se hace para otros, y
derecho en cuanto a que cuando una persona no
puede cuidarse por misma ni puede ser ayudada
por sus cercanos, necesita de ayuda social,
profesional (Buitrago & Cárdenas, 2009).
Otras de las teorías de enfermería que se encuentra
relacionada al tema es la de Nola Pender, llamada
“Modelo de Promoción de la Salud”. El modelo de
promoción a la salud de Pender, está basado en la
concepción de la promoción de la salud, que es
definida como aquellas actividades realizadas para
el desarrollo de recursos que mantengan o
intensifiquen el bienestar de la persona (Vargas et
al., 2010).
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La Salud Ocupacional es una disciplina que tiene
por finalidad promover y mantener la salud en el
trabajo al más alto grado de bienestar físico, mental
y social de los trabajadores en todas las profesiones
y evitar el desmejoramiento de la salud causada por
sus condiciones. La Salud Ocupacional a nivel
mundial es considerada como un pilar fundamental
en el desarrollo de un país, siendo esta una
estrategia de lucha contra la pobreza, sus acciones
están dirigidas a la promoción y protección de la
salud de los trabajadores y la prevención de
accidentes de trabajo y enfermedades
ocupacionales, causadas por las condiciones de
trabajo y riesgos ocupacionales en las diversas
actividades económicas (Ministerio de Salud,
2010).
El ser humano tiene la capacidad de tomar
decisiones y controlar su propia vida. Esta
definición implica que la salud, en primera
instancia, es responsabilidad de cada individuo
mediante el fomento de prácticas de autocuidado y,
después, de la sociedad en que cada uno vive. Estas
prácticas de autocuidado, también se pueden
trasladar a los lugares de trabajo (Marín & Pico,
2004). Conocer la accidentabilidad del personal
que actúa en los diferentes procesos laborales del
hospital, permite plantear estrategias de
prevención adecuadas a la situación estudiada
(Fernando & Fernando, 2001, p. 1).
El autocuidado engloba todas aquellas actividades
de evaluación y de toma de decisiones relacionadas
con la salud en el contexto social normal de la vida
cotidiana. Este conjunto de actividades son un
medio por el cual las personas asumen una mayor
responsabilidad en su propia salud, basada en la
comprensión global de su significado, en su
fomento y en las medidas que hay que adoptar
cuando se pierde. Parte del proceso de autocuidado
es saber reconocer sus límites y cuándo es
necesario recurrir a los servicios profesionales
apropiados (OMS, 2018).
La promoción de la salud en el trabajo consiste en
la implementación de una serie de políticas y
actividades en los lugares de trabajo, diseñadas
para ayudar a los empleadores y trabajadores en
todos los niveles, a aumentar el control sobre su
salud y a mejorarla, favoreciendo la productividad
y competitividad de las empresas y contribuyendo
al desarrollo económico y social de los países
(Muñoz & Castro, 2010).
La Organización Panamericana de la Salud, (OPS)
propone que el lugar de trabajo es uno de los
espacios prioritarios para la promoción de la salud,
toda vez que con gran fuerza nos enfrentamos a
cambios tecnológicos acelerados, nuevas formas
de organización laboral, de contratación, de
asimilación de la globalización, los cuales de una
manera u otra manera inciden en los procesos de
adaptación que hace el trabajador, tanto en el plano
biológico, psicológico, familiar y social (Taylor &
Hegney, 2006).
Se conjeturó que existe relación directa e inversa
significativamente entre la capacidad de
autocuidado y riesgo ocupacional en el profesional
de enfermería en el primer nivel de atención.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio es de tipo y nivel descriptivo-
correlacional (Hernández et al., 2014), cuyo diseño
fue el no experimental, transversal descriptivo-
correlacional (Clark, 1997), se desarrolló en las
Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud de
primer nivel de atención, durante los meses de
enero a diciembre del 2020. La población objetivo
constituida por profesionales de enfermería de las
IPRESS de primer nivel de atención (n = 23), para
la selección fue a través del muestreo no
probabilístico de criterio (Cea, 2001); en los que se
aplicó el cuestionario de encuesta sobre riesgos
ocupacionales (biológicos, físicos, químicos,
psicosociales y ergonómicos) y capacidad de
autocuidado. Para el análisis estadístico
descriptivo; representación de datos en tablas y
gráficos estadísticos con criterios preestablecidos;
así mismo se utilizó la estadística inferencial a un
nivel confianza de 95% (0,95) y, significancia de
5% (0,05).
RESULTADOS
Un gran porcentaje 91,3%; 60,9%; 56,5%; 43,5%
y 65,2% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren que están expuestos a un nivel medio de
riesgo biológico, químico, físico, psicosocial y
ergonómico, respectivamente, y en menor número
a una alto y bajo riesgo ocupacional. Todo esto se
evidencia en la Tabla 1.
Capacidad de autocuidado y riesgos ocupacionales en enfermeras en el primer nivel de atención
30 | P á g i n a
Tabla 1
Nivel de riesgos ocupacionales a la que se exponen el profesional de enfermería que labora en el primer nivel
de atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Nivel de riesgos
ocupacionales según tipo
Medio
Alto
Total
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Fi
f%
Riesgo biológico
2
8.7
21
91.3
0
0.0
23
100.0
Riesgo químico
4
17.4
14
60.9
5
21.7
23
100.0
Riesgo físico
5
21.7
13
56.5
5
21.7
23
100.0
Riesgo psicosocial
8
34.8
10
43.5
5
21.7
23
100.0
Riesgo ergonómico
3
13.0
15
65.2
5
21.7
23
100.0
Fuente: Instrumento Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería
Numerosas profesiones entre ellas la enfermería
atraviesan hoy, situaciones de particular
vulnerabilidad, dadas por las condiciones
inseguras de trabajo: falta de conciencia acerca
de la higiene y seguridad laboral, sumado al
entorno y condiciones de trabajo que ponen en
riesgo la salud y, por ende, la calidad de vida de
los trabajadores de la salud.
Los profesionales de enfermería refieren que
52,2% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren que están expuestos a un nivel medio de
riesgo ocupacional durante el cumplimiento de
funcionales asistenciales, 26,1%; están expuesto
a un bajo riesgo ocupacional y, 21,7%; a un alto
riesgo ocupacional en la prestación de servicios
de salud, resultados que se aprecian en la Tabla
2.
Tabla 2
Nivel de riesgo ocupacional a la que se exponen el profesional de enfermería que labora en el primer nivel de
atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Riesgo ocupacional
fi
f%
Bajo
6
26.1
Medio
12
52.2
Alto
5
21.7
Total
23
100.0
Fuente: Instrumento Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería
La carga de responsabilidad y de la reducción de
los intervalos de descanso en la jornada de
trabajo. Esos hechos pueden llevar a la tendencia
progresiva de riesgos ocupacionales, lo que
puede originar efectos crónicos a la salud de los
trabajadores. En este sentido, la jornada de
trabajo constituye una dimensión importante en
la calidad de empleo, influyendo en la seguridad
y salud del trabajador, en los aspectos personales
y familiares, y también en la organización laboral
dentro de la institución.
Los profesionales de enfermería refieren que
60,9% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren que tienen una capacidad de autocuidado
media, resultados que se evidencian en la Tabla
3.
Tabla 3
Nivel de Capacidad de autocuidado en el profesional de enfermería que labora en el primer nivel de atención
de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
fi
f%
Alta
4
17.4
Media
14
60.9
Castro López, A. M.; Pacovilca Alejo, O. V.; Carhuachuco Rojas, E. S.; Tapia Camargo, M. S.; Ureta Jurado, R.
31 | P á g i n a
Baja
5
21.7
Total
23
100.0
Fuente: Instrumento Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería
La capacidad de autocuidado hace parte
inherente del trabajo, por lo tanto, se pueden
evaluar y controlar; los accidentes de trabajo no
ocurren casualmente, son consecuencias de la
potencialización de los peligros o riesgos a la que
está expuesto el profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
60,9% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado y
una exposición a los riesgos biológicos en un
nivel medio, 17,4%; una capacidad alta y a un
nivel de riego biológico medio, resultados que se
evidencian en la Tabla 4.
Tabla 4
Nivel de capacidad de autocuidado y riesgo biológico a la que se exponen el profesional de enfermería que
labora en el primer nivel de atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgo biológico
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
4
17.4%
0
0.0%
4
17.4%
Media
0
0.0%
14
60.9%
0
0.0%
14
60.9%
Baja
2
8.7%
3
13.0%
0
0.0%
5
21.7%
Total
2
8.7%
21
91.3%
0
0.0%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
30,4% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado y
una exposición a riesgos químicos de nivel medio
y, 17,4%; una capacidad media y alta exposición
a riegos biológicos, resultados que se evidencian
en la Tabla 5.
Tabla 5
Nivel de capacidad de autocuidado y riesgo químico a la que se exponen el profesional de enfermería en las
IPRESS de primer nivel de atención de la Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgo químico
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
3
13.0%
1
4.3%
4
17.4%
Media
3
13.0%
7
30.4%
4
17.4%
14
60.9%
Baja
1
4.3%
4
17.4%
0
0.0%
5
21.7%
Total
4
17.4%
14
60.9%
5
21.7%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
26,1% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado y
una exposición a riesgos físicos en nivel medio
y, 4,3%; baja capacidad y alta exposición a riegos
físicos, resultados que se evidencian en la Tabla
6.
Capacidad de autocuidado y riesgos ocupacionales en enfermeras en el primer nivel de atención
32 | P á g i n a
Tabla 6
Nivel de capacidad de autocuidado y exposición a riesgos físicos en el profesional de enfermería que labora
en el primer nivel de atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgo físico
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
4
17.4%
0
0.0%
4
17.4%
Media
4
17.4%
6
26.1%
4
17.4%
14
60.9%
Baja
1
4.3%
3
13.0%
1
4.3%
5
21.7%
Total
5
21.7%
13
56.5%
5
21.7%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
26,1% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado
media y baja exposición a riesgos psicosociales
y, 17,4%; capacidad y exposición a riegos
psicosociales de nivel medio, resultados que se
evidencian en la Tabla 7.
Tabla 7
Nivel de capacidad de autocuidado y exposición a riesgos psicosociales en el profesional de enfermería que
labora en el primer nivel de atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgos psicosociales
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
3
13.0%
1
4.3%
4
17.4%
Media
6
26.1%
4
17.4%
4
17.4%
14
60.9%
Baja
2
8.7%
3
13.0%
0
0.0%
5
21.7%
Total
8
34.8%
10
43.5%
5
21.7%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
34,8% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado y
exposición a riesgos ergonómicos de nivel medio
y, 4,3%; baja capacidad autocuidado y alta
exposición a riegos ergonómicos, resultados que
se evidencian en la Tabla 8.
Castro López, A. M.; Pacovilca Alejo, O. V.; Carhuachuco Rojas, E. S.; Tapia Camargo, M. S.; Ureta Jurado, R.
33 | P á g i n a
Tabla 8
Nivel de capacidad de autocuidado y exposición a riesgos ergonómicos en el profesional de enfermería en las
IPRESS de primer nivel de atención de la Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgo ergonómico
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
4
17.4%
0
0.0%
4
17.4%
Media
2
8.7%
8
34.8%
4
17.4%
14
60.9%
Baja
1
4.3%
3
13.0%
1
4.3%
5
21.7%
Total
3
13.0%
15
65.2%
5
21.7%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Los profesionales de enfermería refieren que
34,8% de los profesionales de enfermería que
labora en las IPRESS de primer nivel de la
Microred de Salud de Ascensión, Huancavelica
refieren tener una capacidad de autocuidado y
exposición a riesgos ocupacionales de nivel
medio y, 4,3%; baja capacidad autocuidado y una
exposición a riegos ocupacionales de nivel
medio, resultados que se evidencian en la Tabla
Nº 9.
Tabla 9
Nivel de capacidad de autocuidado y exposición a riesgos ocupacionales en el profesional de enfermería que
labora en el primer nivel de atención de la Microred Ascensión, Huancavelica.
Capacidad de autocuidado
Riesgos ocupacionales
Total
Bajo
Medio
Alto
fi
f%
fi
f%
fi
f%
fi
f%
Alta
0
0.0%
3
13.0%
1
4.3%
4
17.4%
Media
2
8.7%
8
34.8%
4
17.4%
14
60.9%
Baja
4
17.4%
1
4.3%
0
0.0%
5
21.7%
Total
6
26.1%
12
52.2%
5
21.7%
23
100.0%
Fuente: Instrumento Capacidad de Autocuidado y Riesgos Ocupacionales aplicado al profesional de enfermería.
Capacidad de autocuidado y riesgos ocupacionales en enfermeras en el primer nivel de atención
34 | P á g i n a
DISCUSIÓN
Esta investigación sobre capacidad de autocuidado
y exposición a riesgos ocupacionales es de
importancia por ser un análisis situacional que
genera recomendaciones a las Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud-IPRESS de
primer nivel de atención, con la finalidad de crear
cambios a través de la mejora continua
institucional. Esto a razón de que se necesita que la
fuerza laboral continua en plena capacidad de
trabajar en los servicios asistenciales de atención
primaria y poder generar un desarrollo sostenido en
el tiempo. Porque una mayor exposición a los
riesgos ocupacionales como los riesgos biológicos,
químicos, físicos, psicosociales y ergonómicos o
alguna enfermedad ocupacional, no solo trae
repercusiones para las atenciones y cuidados en los
servicios hospitalarios o para la integridad del
profesional de enfermería, sino que también afecta
económicamente a la familia, a la sociedad y al
estado.
Según los resultados hallados en relación a la
prevalencia de los riesgos ocupacionales se
observa que 91,3% se exponen a riesgos
biológicos, 65,2% a riesgos ergonómicos, 60,9% a
riesgos químicos, 56,5% a riesgos físicos y 43,5%
a riesgos psicosociales.
Estos resultados se reafirman con lo publicado por
Fontana y Lautert (2013), donde expresa que los
trabajadores están expuestos a violencia verbal y
otros riesgos psicosociales, ergonómicos y
biológicos. Descuidan los riesgos químicos -
físicos y reajustan las normas de su actividad a
favor de la eficacia del servicio, los trabajadores
estudiados efectúan su trabajo cotidiano bajo
condiciones de riesgo.
Laborar como profesional de enfermería implica
responsabilidades físicas, psicológicas y sociales;
significa ser el encargado directo del cuidado del
paciente, así como de su familia, brindándole
atención continua para cuidar su bienestar integral.
De esa manera, tanto enfermeras como técnicas de
enfermería se encuentran en contacto permanente
con situaciones altamente estresantes que pueden
ocasionarles malestar; haciéndolas vulnerables a
desarrollar malestares físicos y psicológicos.
Con respecto al género femenino en profesionales
de enfermería podría relacionarse a la presencia del
cansancio emocional en la población, debido a que
son las que se muestran más vulnerables a tener
esta dimensión afectada. El doble rol protagónico,
en el trabajo y en casa, las predispone al
agotamiento emocional con mayor facilidad que a
los hombres, los cuales tienden a puntuar más alto
en la escala de despersonalización.
Por el contrario lo publicado por Hernández S. M.
y Jiménez Y.; el 86% del profesional de enfermería
no ha experimentado accidentes laborales de tipo
biológico en su puesto de trabajo; sin embargo el
14% del personal de la sala de cirugía de la
Instalación de salud de Veraguas, si ha sufrido
accidentes biológicos al realizar sus tareas
laborales, lo cual es recomendable desde el punto
de vista preventivo, capacitar e informar
continuamente al personal sanitario sobre riesgos
laborales ya que los accidentes nunca son fortuitos,
existen siempre factores controlable y evitables
que aumentan su riesgo de aparición, por lo que se
deben establecer procedimientos de trabajo
adecuados y adoptar medidas de protección
colectiva e individual para evitar o minimizar el
riesgo de accidentes biológicos, además de unas
normas de higiene correctas (Polo, 2011).
Según Zamata R.; el riesgo ocupacional en el
profesional de enfermería asistencial que labora en
el hospital es alto 83% de manera global,
asimismo, en cada una de sus dimensiones como
los riesgos biológicos 96%, físicos 81%,
ergonómicos 82% y químicos 58%; donde se
concluye que el riesgo laboral fue alto en el
profesional de enfermería asistencial que labora en
el hospital (Prado et al., 2014).
Los riesgos laborales a la que se exponen el
profesional de enfermería es un tema de
preocupación constante en el ámbito hospitalario
que afecta la salud no solo del paciente-familia
sino también a los profesionales de salud, por lo
cual las medidas de seguridad en el trabajo o
seguridad ocupacional para los profesionales de
enfermería constituyen un reto para implementar
políticas institucionales que permitan fomentar una
cultura de higiene y seguridad en el trabajo en
atención primaria.
Así mismo los publicado por Polo Sepúlveda
(2011), encuentra que los profesionales que
laboran en centros de salud, están expuestos a
factores de riesgo ergonómicos, físicos y
psicosociales, hay una fuerte incidencia de
problemas lumbares preocupantes, también fatiga
y estrés.
Por otro lado, los resultados del estudio se refirman
con las evidencias científicas donde la conducta de
autocuidado en los profesionales enfermeros,
considerando que esta forma parte de la vida diaria
es así que, en este estudio se obserque tan solo
un 12,9 % de los profesionales de enfermería
presentan una alta capacidad de autocuidado,
mientras que el 74,9 % una mediana agencia de
autocuidado y el 7,7 % restante representan una
baja agencia. Así mismo; en otra evidencia donde
señala que en su estudio de 265 profesionales el 60
% presentaron prácticas de autocuidado
inadecuadas, por lo tanto, estos resultados
demuestran que los profesionales deben tomar
medidas, ya que el ejercicio de su profesión
contempla actividades que podrían poner en
peligro la salud de los mismos.
En efecto; la salud y el trabajo se relacionan entre
sí, ya que se expresan de una manera concreta en
Castro López, A. M.; Pacovilca Alejo, O. V.; Carhuachuco Rojas, E. S.; Tapia Camargo, M. S.; Ureta Jurado, R.
35 | P á g i n a
cuanto el mismo trabajo es la actividad que el
hombre realiza en función de actitudes
motivadoras representadas en la realización o
posibilidad de su desarrollo humano, productor de
bienestar individual, familiar, social y en la
consideración de un medio para satisfacer sus
necesidades básicas (Taylor & Hegney, 2006).
Teniendo como resultados; 62,8% del personal de
enfermería refieren que están expuestos a un alto
riesgo biológico, 53,5%, expuestos a altos riesgos
químicos; 52,3%, a riesgos físicos medios; 44,2%,
a altos riesgos psicosociales, y 65,1%, a altos
riesgos ergonómicos (Tabla N° 01).
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
refiere que el riesgo biológico se refiere a la
exposición de agentes patógenos que producen
infecciones en toda su extensión y que las
actividades de atención sanitaria protegen y
restauran la salud y salvan vidas por tanto los
desechos sanitarios contienen microorganismos
que pueden ser dañinos e infectar a pacientes del
hospital, al personal sanitario y a la población en
general. Existen otros posibles riesgos infecciosos,
como la propagación de microorganismos
farmacorresistentes tras su liberación al medio
originada en establecimientos sanitarios.
Los riesgos químicos juegan un papel importante
en los servicios hospitalarios, ya que el personal
puede absorber sustancias químicas durante su
manejo o por mantenerse cerca de ellas. Los gases
anestésicos, antisépticos, manipulación de drogas
citostáticas, medicamentos y preparados
farmacéuticos pueden provocar efectos biológicos
en el trabajador, dependiendo de la concentración,
manipulación, exposición, susceptibilidad del
trabajador, el agente y la práctica de protección
adoptada por el personal. Todos estos agentes
químicos pueden producir una diversidad de
efectos irritantes alérgicos, tóxicos e incluso
cancerígenos. Recientemente esta cuestión ha sido
objeto de estudio.
Con respecto a las investigaciones sobre los riesgos
químicos presentes en los hospitales, algunos
estudios epidemiológicos relacionan la exposición
crónica a gases anestésicos, con un incremento de
abortos espontáneos entre las mujeres expuestas
antes y durante el embarazo y manifestaciones
hepáticas, renales y neurológicas.
Consideramos que las organizaciones dan un
importante lugar a sus colaboradores, puesto que
ellos son fuente de ventaja competitiva, un medio
para lograrlo es el mantenimiento de óptimos
niveles de salud; el desafío es promover
organizaciones saludables que generen bienestar y
calidad de vida laboral. Desde esa perspectiva, se
muestra la importancia de la salud en el trabajo y
en la productividad de la organización, promoción
de la salud y en el lugar de trabajo, legislación en
salud laboral, rol del psicólogo organizacional
desde la Psicología de la salud ocupacional (PSO),
riesgo psicosocial e instrumentos que evalúan el
riesgo psicosocial.
Los trabajadores de la salud se enfrentan también a
riesgos de accidentes o enfermedades a causa de su
ocupación. En este quehacer se señalan como
riesgos frecuentes e importantes el estrés psíquico
que genera el trato con personas enfermas, en
espera de que la atención que reciban mejore su
salud; el contagio que pueden sufrir debido al
manejo de personas infectadas por enfermedades
transmisibles; la exposición a radiaciones, por el
uso de equipos y dispositivos que emiten rayos X;
y el contacto con sustancias químicas o biológicas
que pueden provenir de pacientes enfermos. La
OMS menciona siete tipos de riesgos a los que
están sometidos los trabajadores de la salud:
biológicos (como la hepatitis, la tuberculosis y el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida);
químicos (como el contacto con glutaraldehído y
óxido de etileno); físicos (como el ruido y las
radiaciones); ergonómicos (como levantar objetos
pesados): psicosociales (como el estrés y la
violencia); y relacionados con el fuego,
explosiones y contacto con electricidad.
El proceso de trabajo de los profesionales de
enfermería depende del área y del servicio donde
se encuentran, aunque cumplen funciones
similares y generales, a nivel asistencial,
administrativo, de coordinación y gerencia; las
actividades y subactividades como son: recibo de
turno, valoración de pacientes, administración de
medicamentos, procedimientos, registros y
anotaciones en historia clínicas, pedidos y reporte
entre otros, varían de acuerdo al servicio y lugar de
trabajo, así mismo los peligros aunque sean los
mismos en muchas ocasiones varían su nivel de
riesgo.
Los riesgos ocupacionales/laborales hacen parte
inherente del trabajo, por lo tanto, se pueden
evaluar y controlar; los accidentes de trabajo no
ocurren casualmente, son consecuencias de la
potencialización de los peligros o riesgos a la que
está expuesto el profesional de enfermería.
Se evidencia que los profesionales de enfermería
son un grupo en el sector salud vulnerable, donde
los peligros se materializan y generan accidentes
de trabajo, además muestra que los servicios
hospitalarios son los más críticos dentro de la
institución; por esta razón, esta investigación se
abordó para identificar los peligros a los que está
expuesto, desde la percepción del profesional de
enfermería y con el análisis a fin de desarrollar
estrategias que aporten al control y gestión de
mejora continua aportando a un ambiente de
trabajo seguro.
La seguridad en la realización de las tareas puede
tornarse un hecho contrario, pues el exceso de
confianza en la rutina de trabajo lleva a la
negligencia de los riesgos, pudiendo contribuir
para aumentar la exposición de los profesionales a
Capacidad de autocuidado y riesgos ocupacionales en enfermeras en el primer nivel de atención
36 | P á g i n a
los riesgos biológicos, dado que los accidentes son
imprevisibles y que en la rutina de trabajo no
siempre todo ocurre de la misma forma.
A nivel de salud ocupacional es importante los
reportes de los accidentes e incidentes de trabajo
claro está que la información de este tipo no es muy
significativa a nivel de las organizaciones debido a
la no adherencia a la importancia de reporte,
generalmente los estudios y la información de este
tipo son escasas y poco significativas.
La ausencia de datos confiables y sistematizados
sobre la situación de salud de los trabajadores en
América Latina y el Caribe constituye un problema
de gran magnitud por la significativa pérdida
económica y social que ocasionan los accidentes y
las enfermedades de origen ocupacional. La falta
de información adecuada y completa impide que
las autoridades de salud tomen decisiones, o que
los trabajadores y la opinión blica se movilicen
para mejorar las condiciones laborales, disminuir
los riesgos y prevenir esos accidentes y
enfermedades.
Esto demuestra la importancia de hacer un
seguimiento y control de la importancia de los
reportes de accidentes e incidentes de trabajo
buscando medidas preventivas. A nivel de
promoción de la salud generar estilos y hábitos
saludables en el trabajo, a nivel organizacional
buscar prevenir y disminuir los riesgos,
inicialmente desde la identificación y el
reconocimiento de los peligros presente en el
proceso productivo de la institución prestadora de
servicios de salud mediante una matriz de peligros,
evaluando los procesos de trabajo o tareas para
generar políticas de seguridad que promuevan un
entorno saludable para el personal de salud.
El trabajo preventivo es indispensable con el
personal de enfermería laborando en los servicios
asistenciales. A nivel individual, se recomienda la
elaboración y ejecución de un plan para el
desarrollo de estrategias de afrontamiento exitosas
y flexibles, competencias para incrementar la
sensación de control y resolución de conflictos. A
nivel grupal, talleres y capacitaciones que busquen
afianzar las competencias interpersonales, así
como ofrecer espacios de intercambio de
experiencias y fortalecimientos de lazos.
Finalmente, y no menos importantes, actividades
recreativas con el fin de relajar y entretener,
fomentando un clima de trabajo agradable y
favoreciendo estilos de vida saludables.
Por otro lado, sería beneficioso para el personal
contar con un espacio de descanso que se utilice
para la satisfacción de sus necesidades de higiene,
alimentación, reposo y distracción y evitar en ese
sentido su postergación. Asimismo, un espacio
destinado a almacenar material, fomentando el
orden y disminuyendo el riesgo laboral en la
unidad. Adicionalmente, la propuesta de emplear a
una persona que se encargue de la atención de la
puerta y el teléfono, contribuiría
significativamente al bienestar del personal,
aliviando no solo la sobrecarga, sino el problema
del ruido, el cambio en las tareas y la ambigüedad
del rol.
Al implementar mejoras en las condiciones de
trabajo es posible que el personal disminuya el
cansancio propio de la sobrecarga del ambiente y
las labores y aumente su autovaloración,
sintiéndose protegido también por su institución.
Esto repercutirá probablemente en que posean
mayor y mejor disposición para cuidar al paciente
y su familia, mientras se cuida también su salud
física y emocional.
Finalmente, es necesario que desde la academia se
continúe dando soporte investigativo al ejercicio
profesional de la disciplina y al estudio de las
condiciones de trabajo de estos profesionales con
el fin de cubrir los vacíos en el conocimiento
acerca de las condiciones de vida y trabajo del
personal de enfermería, y proporcionar
información que arroje respuestas para
intervenciones eficaces, hacia el mejoramiento de
las condiciones de la práctica. Así mismo, la
importancia de realizar estudios cualitativos con la
población asistencial y su forma de experimentar
los diversos aspectos de su profesión, siendo más
conveniente recurrir a entrevistas a profundidad
para obtener mayor información sobre la vivencia
subjetiva del trabajo.
AGRADECIMIENTOS
Al profesional de enfermería por permitirnos el
acceso a una información valiosa en el marco de la
mejora continua.
A la Microred de Ascensión, por el acceso a las
fuentes secundarias para la implementación del
trabajo de investigación.
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