DISCUSIÓN
La Seguridad del Paciente (SP), o el intento consciente
de evitar lesiones al paciente causadas por la
asistencia, es un componente esencial de la Calidad
Asistencial y la condición previa para la realización de
cualquier actividad clínica (Rocco & Garrido, 2017).
La seguridad del paciente se refiere a la ausencia de
riesgos o daños evitables a un paciente durante todo el
proceso de la atención sanitaria. Debido a las altas
cifras de accidentes y daños que cada año sufren
millones de personas, mejorar las políticas de
seguridad del paciente se ha convertido en una
prioridad a nivel mundial para organizaciones como la
OMS y a nivel nacional para muchos gobiernos
alrededor del globo.
La preocupación por las altas cifras de pacientes con
daños relacionados a la atención sanitaria incentivo la
creación de un Marco Conceptual de la Clasificación
Internacional para la Seguridad del Paciente en el cual
se proponen trece tipos de incidentes o escenarios de
riesgo tales como: la falta de recursos y gestión de la
organización, las infecciones relacionadas a la
asistencia sanitaria, la medicación y líquidos para la
administración intravenosa, sangre y productos
sanguíneos, nutrición, oxígeno y vapores, accidentes
de los pacientes, procesos y procedimientos clínicos,
mala documentación, administración clínica
insuficiente, dispositivos y equipos médicos poco
aptos, infraestructura e instalaciones defectuosas y
comportamientos del profesional de salud o del
paciente (Promedco, 2020).
La seguridad del paciente es fundamental para prestar
servicios sanitarios esenciales de calidad. De hecho,
existe un claro consenso de que los servicios de salud
de calidad en todo el mundo deben ser eficaces y
seguros y estar centrados en las personas. Además,
para que los beneficios de una atención sanitaria de
calidad sean efectivos, los servicios de salud deben
prestarse de manera oportuna, equitativa, integrada y
eficiente (OMS, 2021).
Los hallazgos del estudio consideran que el 81,8% de
profesionales de enfermería del Hospital público-
MINSA y 36,4%; los de EsSALUD-Seguro Social en
términos generales consideran muy buena la seguridad
del paciente en el hospital. El 50,0%; y 18,2%;
perciben que es aceptable las actividades desplegadas
en el marco de seguridad del paciente y 9,1% y 4,5%;
de EsSALUD-Seguro Social.
Estos resultados son considerados con lo publicado
por Faridah et al. (2021) donde indican que el entorno
laboral hospitalario y las características de las
enfermeras están relacionadas con la seguridad del
paciente. El estudio recomendó construir un modelo de
cultura de seguridad del paciente que incluya todos los
aspectos que influyen en la cultura de seguridad de los
pacientes (Faridah et al., 2021). Así mismo que la
administración del hospital debe prestar más atención
al tema para mejorar la cultura de seguridad del
paciente, que no se encontró en buenos niveles (Arli,
2021). Por otro lado, se plantea que es necesario
implementar un programa de capacitación dirigido a
enfermeras con factores vulnerables para mejorar su
competencia en seguridad del paciente. Como se
descubrió que el monitoreo de la situación y la
seguridad psicológica son factores influyentes para la
competencia en seguridad del paciente, se necesita una
intervención de varios niveles para mejorar la
capacidad de monitoreo de la situación y la seguridad
psicológica de las enfermeras (Han & Roh, 2020).
Por otro lado, los resultados considerados línea basal
con el propósito de involucrar a los pacientes en la
promoción de la seguridad es novedoso para la
mayoría de los pacientes y sus cuidadores: por lo tanto,
el encuadre del propósito y el uso apropiado de la
herramienta es fundamental para involucrar a los
usuarios potenciales y gestionar las expectativas; este
mensaje se diseñó cuidadosamente con las
aportaciones del paciente (Gibson et al., 2020).
Los resultados son reafirmados por Tlili et al. (2020)
quien considera que la dimensión menos desarrollada
fue la respuesta no punitiva al error (18,6%). Siete
dimensiones se desarrollaron significativamente más
en las instituciones privadas que en las públicas. Los
resultados también muestran que cuando se reduce la
carga de trabajo, el PSC se incrementó
significativamente. Conclusión: Este estudio ha
demostrado que el PSC en UCI necesita mejora y
proporcionó una línea de base de resultados para
obtener una visión más clara de los aspectos de
seguridad que requieren una atención especial (Tlili
M. et al., 2020). Y sostenida por Merino Plaza MJ et
al. (2017). El grado de seguridad percibida fue similar
en ambos estudios. Los aspectos mejor evaluados
fueron: “Acciones de los supervisores” y “Trabajo en
equipo en la unidad”; los peor evaluados fueron:
“Dotación de personal”, “Apoyo de la dirección” y
“Trabajo en equipo entre unidades”. Las variables
socio-demográficas presentaron escasa significación,
mientras que una percepción positiva de algunas
dimensiones consideradas, sí que se asociaba a un alto
grado de seguridad percibida. Los aspectos más
fuertemente asociados fueron: “Acciones de los
supervisores”, “Franqueza en la comunicación” y
“Problemas en los cambios de turno”. En el estudio
comparativo de los resultados, los indicadores basados
en las dimensiones individuales detectaron mejor los
cambios que el grado de seguridad percibida (Merino
Plaza et al., 2017).
La Seguridad del Paciente (SP), o el intento consciente
de evitar lesiones al paciente causadas por la
asistencia, es un componente esencial de la Calidad
Asistencial y la condición previa para la realización de
cualquier actividad clínica (Rocco & Garrido, 2017).
La seguridad del paciente se refiere a la ausencia de
riesgos o daños evitables a un paciente durante todo el
proceso de la atención sanitaria. Debido a las altas
cifras de accidentes y daños que cada año sufren
millones de personas, mejorar las políticas de
seguridad del paciente se ha convertido en una