Hábitos de estudio y habilidades investigativas en estudiantes de la carrera profesional de Ciencias Sociales y desarrollo
rural en una Universidad Nacional
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Los hábitos y las prácticas lectoras en el Perú pueden ser afectados según las características de la
población lectora. Esta última es posible ser categorizada según cuatro grandes criterios: según el sexo,
según la edad, según el nivel socioeconómico y nivel educativo (Ministerio de Cultura, 2022). Además,
los resultados revelan que la principal razón de no practicar la lectura de libros impresos y/ digitales es
por falta de tiempo (68,3 %); por área de residencia, el mayor porcentaje de la población rural (74,0 %)
informó que no lee libros en los últimos 12 meses por falta de tiempo, en comparación al área urbana
(66,9 %) (INEI, 2023).
Además, según un informe de la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, el peruano
promedio solo lee el 0,86 % de un libro al año (Moreno, 2019). ¿Por qué no leen?, es importante analizar
por qué no se lee. Consideramos al menos tres factores que explican la ausencia de hábitos y prácticas
lectoras: pobre estimulación, falta de tiempo y acceso restringido a materiales de lectura (incluyendo
bibliotecas).
A nivel de la región de Huancavelica también se evidencia estas debilidades de aprendizaje en los
estudiantes de nivel superior en la Carrera Profesional de Ciencias Sociales y Desarrollo Rural de la
universidad se ha observado que el 70% de estudiantes tienen bajo rendimiento académico (Muñoz,
2019), esto se debe a muchas causas económicas, sociales, culturales y no poseer hábitos de estudio,
pese a las diversas facilidades que brinda en la actualidad como la biblioteca de la universidad, el internet
y las redes sociales, por lo que los estudiantes no aprovechan el tiempo.
En ese sentido unos de los aspectos importantes para el buen rendimiento académico y desarrollo de
habilidades de pensamiento crítico, habilidades metacognitivas, habilidades personales, habilidades de
investigación y los hábitos de estudio, son el interés y motivación personal; por lo que constituyen un
tema de gran relevancia que debemos considerar y poner más atención puesto que ayuda a mejorar el
aprendizaje en los estudiantes de forma gradual, mejorando así la organización de las actividades de
aprendizaje y los tiempos que se dediquen a ellos, esta argumentación se refuerza con lo planteado por
Díaz (2012) quien sostiene que los hábitos constituyen métodos o modos de hacer operativa nuestra
actitud frente al estudio y aprendizaje, por ende se utilizará mayor atención, horas de estudio y
compromiso para la obtención de resultados positivos en el aprendizaje.
Por otro lado, este problema principal en materia de investigación se evidencia en los estudiantes en
cuanto a la falta de precisión en la selección del tipo y método de investigación, la predominancia o
sesgos en optar por un campo específico de investigación, el dilema de ejecutar investigaciones que
contribuyan estrictamente al desarrollo científico o tecnológico, o investigaciones socialmente
necesarias (Sánchez, 2018).
Algunos hábitos de estudio comunes para mejorar el rendimiento académico entre los estudiantes
universitarios exitosos, considerados por muchos autores (Ministerio de Cultura, 2022; Mondragón
Albarrán et al., 2017; Soto & Rocha, 2020; Trigos-Tapia et al., 2022; Universia, 2011) son :
a) Establecer un horario de estudio regular: dedicar tiempo cada día para estudiar y mantener una
rutina constante ayuda a mantener el enfoque y la disciplina.
b) Crear un ambiente de estudio adecuado: encontrar un lugar tranquilo y libre de distracciones
donde puedas concentrarte y tener todo el material necesario a mano.
c) Tomar notas durante las clases: tomar apuntes durante las clases ayuda a retener información y
proporciona un recurso de estudio útil para repasar más tarde.
d) Leer y repasar regularmente: revisar los materiales de estudio regularmente ayuda a consolidar
el conocimiento y a evitar el estrés de tener que estudiar todo a última hora.
e) Utilizar técnicas de estudio efectivas: utilizar técnicas como la elaboración de resúmenes, la
elaboración de mapas conceptuales o la práctica de preguntas y respuestas ayuda a procesar y
recordar la información más eficientemente.
f) Dividir el estudio en sesiones más cortas: estudiar en intervalos de tiempo más cortos, pero más
frecuentes es más efectivo que estudiar durante largos períodos de tiempo. Por ejemplo, estudiar
durante 25-30 minutos y descansar durante 5-10 minutos.
g) Establecer metas claras: tener metas específicas y alcanzables ayuda a mantener la motivación
y a enfocarse en el estudio.