Ticse Aucahuasi, M. A.; Flores Salazar, J. V.
Hace más de dos décadas, se informa que la enseñanza de los principios del Cálculo era una problemática
(Artigue, 1995). En consecuencia, se han venido desarrollado una gran cantidad de investigaciones, las
cuales han reportado –entre otros objetivos–, la construcción de conceptos del Cálculo, así como, las
dificultades y obstáculos epistemológicos que estos hechos involucran; todo ello a partir del análisis a
la producción matemática del estudiante.
En ese sentido, las investigaciones producidas se basaron principalmente en aspectos desde distintos
marcos teóricos, ya sea bajo posturas cognitivistas o epistemológicas. Por ejemplo, se basaron en la
Teoría de Registros de Representaciones Semióticas (Silva, 2012; Viseu, 2017), el Enfoque instrumental
(García-Cuéllar, Martínez-Miraval y Salazar, 2018), las Situaciones Didácticas (Calla, 2017), los Modos
de Pensamiento (Muñoz, 2015), entre otros.
Cabe señalar que, si bien la afirmación sobre la importancia en el uso de algún referencial teórico como
herramienta de análisis resulta ser predecible, esta depende fundamentalmente de las necesidades
investigativas, por lo que la pertinencia de procurar y usar un referencial teórico que nos permita dar
cuenta sobre el quehacer o el trabajo matemático del estudiante no es una tarea elemental.
Así pues, teniendo en cuenta lo anterior, hace algunos años la teoría de Espacio de Trabajo Matemático
ha cobrado interés por la comunidad en la Didáctica de la Matemática (Menares, 2016; Henríquez-Rivas
y Montoya-Delgadillo, 2016; Gaona, 2018; Salazar y Carrillo, 2019; Vivas, 2021; entre otros). Esta
teoría se describe como una herramienta teórica que permite analizar y caracterizar el conocimiento y la
producción matemática del estudiante cuando se enfrentan a tareas o problemas matemáticos.
De esta manera, para ejemplificar la pertinencia de este marco teórico, en este reporte presentamos un
extracto de la tesis de maestría del primer autor (Ticse, 2021), que evidencia los análisis a la producción
matemática de estudiantes chilenos de educación secundaria cuando resuelven tareas sobre la tasa de
variación ayudados con el GeoGebra.
MATERIAL Y MÉTODOS
A continuación, presentamos algunos aspectos generales a utilizar del Espacio de Trabajo Matemático.
Espacio de trabajo matemático
La teoría de Espacio de Trabajo Matemáticos (ETM de aquí en adelante), se precisa con el objetivo de
comprender y organizar mejor lo que se pone en juego alrededor del trabajo matemático en un marco
escolar. Es importante indicar que, las tareas y la producción matemática que se desarrollar para
enfrentar tales tareas, posibilita la evolución del ETM.
De esta forma, la organización del ETM permite transitar entre dos niveles o planos. Por un lado, el
plano epistemológico (pensando en los objetos, su naturaleza y el modelo matemático en el que se
encuentran inmersos) donde se hacen presentes elementos como el representante, los artefactos y el
referencial teórico; y, por el otro lado, el plano cognitivo (pensando en el sujeto y la utilización que da
a los objetos), compuesto por la visualización, la construcción y la prueba. (Kuzniak, 2011; Kuzniak,
Tanguay, y Elia, 2016).
La articulación de dichos planos se da mediante un conjunto de génesis que no son independientes una
de otras. La génesis semiótica está basada en los registros de representación semiótica que confiere a
los objetos tangibles del ETM un estatus de objeto matemático operacional; la génesis instrumental,
permite operacionalizar los artefactos en el proceso de construcción; y, la génesis discursiva que da
sentido a las propiedades para dejarlo al servicio del razonamiento matemático.
La coordinación entre dos o más génesis compone los llamados planos verticales. Así se considera, el
plano semiótico-instrumental ([Sem-Ins]), que privilegia la identificación y exploración de los objetos,
desarrollando una competencia ligada al descubrimiento; el plano instrumental-discursivo ([Ins-Dis]),
que desarrolla un razonamiento matemático en el que se considera la cuestión de la prueba a partir de
experimentos; y por último, el plano semiótico-discursivo ([Sem-Dis]), el cual es orientado hacia la
comunicación matemática de los resultados, ya sea, si la atención se centra en el lado semiótico bajo la
descripción de signos y un razonamiento perceptivo, o si la atención se centra, en una prueba o
demostración, bajo un razonamiento deductivo (ver Figura 1.) (Kuzniak et al., 2016).