se aplicaron a 21 sujetos de un grupo de octavo semestre y a cuatro de sus profesores. Los
resultados, alumnos expresaron que destinan en promedio ocho horas por semana para componer
y sustentar un escrito; tienen preferencia por la redacción del discurso literario, dificultad para
escribir atendiendo la cuestión gramatical, predisposición por trazar una ruta o plan que guiará el
texto.
Gallego, et al. (2019) en su objetivo, fue conocer el nivel de comprensión lectora de una muestra de
estudiantes chilenos. Mediante un estudio transversal de corte cuantitativo, a una muestra de186
alumnos de segundo año a octavo año de educación básica. Los resultados revelaron que el nivel de
comprensión lectora, se empobrece a medida que los estudiantes avanzan de curso escolar,
comprobándose una progresión inadecuada en cuanto al desarrollo de la lectura, así como la
inexistencia de diferencias significativas por razón de género.
Fontes, et al, (2020), tiene como propósito ilustrar a los docentes los procedimientos a emplear para
desarrollar la comprensión lectora en función de la formación profesional del futuro maestro desde
un enfoque que privilegia las oportunidades que brinda el aprendizaje cooperativo. En conclusión,
la realización de una lectura comprensiva requiere de planificación de tareas, promoción del
pensamiento reflexivo, e interacción del lector con el texto todo desde la perspectiva de los modos
de actuación del profesional.
Cámara y Marquez (2020); tuvo como objetivo, la influencia de la aplicación de las estrategias
cotidianas para la producción de textos narrativos. La metodología, de tipo aplicado y diseño cuasi
experimental, con una muestra con 30 estudiantes del 5. ° “A” (grupo experimental) y 5.° “B” (grupo
control). Los resultados de la postprueba, el 80 % de los estudiantes del grupo experimental se
encuentra en logro previsto y el 20 %, en logro destacado. En conclusión, las estrategias cotidianas
influyen significativamente en la producción de textos narrativos, generando en los estudiantes
aprendizaje significativo.
Toala, et al (2018) señala que leer comprensivamente es imprescindible para el estudiante,
mediante la, compresión se debe concebir como un proceso donde el lector relaciona la información
que el escritor le presenta con la información que le da su experiencia. El objetivo fue determinar
las estrategias de comprensión lectora, para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. En
conclusión, se ha estructurará un taller que cuenta con técnicas de aprendizaje que permiten a los
maestros aplicar nuevas estrategias de comprensión lectora, con orientaciones elaboradas
pedagógicamente y siguiendo un proceso.
En relación, a la definición de comprensión lectora, es fundamental en la formación de cada
individuo, permitiendo acceder de manera autónoma, eficiente y crítica a la información que lo
rodea, en tiempos donde el conocimiento abunda en las distintas redes y se hace más evidente la
necesidad de tener las herramientas necesarias para interpretarlo; en ese sentido, la escuela es el
espacio propicio para fundamentarla y, el docente el eje de dicha formación (Vásquez, 2022;
Armijos, et al, 2023).
Ball (2001) expresa que la producción de los textos narrativos, hace que los acontecimientos son la
transición de un estado a otro que experimentan los actores y que ocurren durante un cierto tiempo,
orden y sobre todo constituyen el soporte fundamental del relato.
Por otro lado, se argumenta en el aspecto metodológico, debido a que la política actual de la
educación en nuestro país nos orienta el desarrollo del área de comunicación con un enfoque
comunicativo, el cual consiste en desarrollar competencias comunicativas a partir de usos y
prácticas sociales del lenguaje, situados en contextos socioculturales distintos, es comunicativo,
porque su punto de partida es el lenguaje para comunicarse con otros. Al comunicarse, los
estudiantes comprenden y producen textos orales de distinto tipo textual, formato y genero con