Entonces, considerando que el tema de investigación trata sobre la inteligencia espiritual y el logro
de aprendizajes, es necesario definir el marco teórico para ambas variables, pues son nuestros
temas centrales.
Respecto a la inteligencia espiritual, Perret (2017) plantea analizarla desde el origen de las
palabras que la componen: “Inteligencia proviene del latín intelligentia que significa saber escoger,
entendida como la capacidad para analizar y escoger la mejor opción de entre muchas, con el
objetivo de la realización de las metas, adaptarse y prosperar en el mejor sentido de la misma” (p.
11), y “Espiritualidad proviene del latín spiritus que significa aliento o respiro, puntualmente
significando al aliento o respiro desde el ámbito divino, optando, por lo tanto, connotaciones tan
amplias como queramos, diferenciando claramente la espiritualidad de la religión” (Perret, 2017,
p. 11). De otro lado, Gardner (1987) planteó la posibilidad de una nueva inteligencia, la espiritual,
refiriéndose a ella como: “La capacidad de situarse a sí mismo con respecto al cosmos y con respecto
a los rasgos existenciales de la condición humana como el significado de la vida, la muerte y el final
del mundo físico – psicológico en profundas experiencias como el amor a otra persona o la inmersión
en un trabajo de arte” (p. 67). Al respecto Torralba (2014) señalaba que “Es una modalidad de
inteligencia denominada existencial o trascendente; que nos faculta para interrogarnos por el
sentido de la existencia, para tomar distancia de la realidad, a fin de elaborar proyectos de vida”
(p. 12).
Zohar y Marshall (2001) estudiaron con mayor amplitud el concepto de inteligencia espiritual,
definiéndola como “Aquella inteligencia que nos permite afrontar y resolver problemas de
significados y valores, ver el día a día en un contexto mucho más amplio y significativo, al mismo
tiempo la capacidad de determinar que, acción o camino nos resulta más valioso” (p. 20).
Considerando además que, la inteligencia espiritual es la base necesaria para el funcionamiento
eficaz del cociente intelectual y de la inteligencia emocional, según Zohar y Marshall (2001) “La
inteligencia espiritual se convierte en nuestra inteligencia primordial” (p. 22). Basado, en los
autores citados, existen estudios recientes, cuyas definiciones se mencionan a continuación. Según
Fichsman (2016) “Es la capacidad de escoger al ser elevado sobre el ego, sacando su sabiduría y
compasión para mantener nuestra paz exterior e interior al margen de las circunstancias” (p. 27).
Según esta definición, el primer paso es tomar conciencia de nuestro ser elevado y de nuestro ego;
luego cambiar nuestras conductas y actitudes para reflejar al ser elevado en nuestro día a día,
basados en el karma y la reflexión.
Perret (2017) “Refiere a la capacidad del ser humano para absorber, aplicar y compartir
conocimientos que le permiten establecer una relación más consciente con su origen y su destino,
desde y hacia un poder superior, al que muchos denominamos Dios o Fuerza Creadora” (p. 12).
Basándose en esta definición, el autor excluye toda forma de fanatismo religioso; siendo la esencia
de la espiritualidad precisamente esa capacidad de poner el bienestar de los seres humanos y la
estabilidad de la tierra sobre todo tipo de propósito. Una vez presentadas las distintas
conceptualizaciones de la inteligencia espiritual, en el presente estudio se considera la inteligencia
espiritual como aquellas capacidades que nos permitan afrontar y resolver problemas,
determinando qué acción o camino es valioso para nuestra vida, que se encuentra en nuestro ser
elevado, trabajando como una totalidad en armonía con la inteligencia emocional y con la
inteligencia racional (Zohar y Marshall, 2001).
En el caso de la definición de logros de aprendizaje es importante citar a Tomaschewski (1986)
quien afirma “que para llegar al aprendizaje de una manera consciente activa y creadora se debe
cumplir con el principio de la vinculación de la teoría y la práctica” (p. 108). Solamente cuando los
alumnos adquieran la idea de que todo lo que aprendan en las clases no están destinados sólo para
el colegio sino también para la vida, se les aclarará el valor de la educación y de este modo las
clases alcanzarán su máxima efectividad educativa. Un punto importante para considerar es la